Un grito de tristeza, una respuesta de esperanza

Los días pasan, hace meses que dejé de disfrutar la vida, de un momento tras otro, poco a poco dejé de sentirte, dejé de escucharte, dejé de amarte.

Permití un poco de mí volver, olvidé lo que hiciste por mí, comencé a vivir y a hablar solo por hacerlo, tu palabra dejó de ser deleitosa para mí, hablar contigo ya no era mi momento favorito del día, poco a poco tu lugar lo tomé yo, y mientras lo hacía los días se volvían vacíos y sin sentido, buscando saber lo que querías que hiciera me perdí.

Todo era tan confuso, tan gris, salía el sol pero para mí no había luz, lloraba, clamaba, pero nada pasaba, poco a poco me fui acostumbrando a vivir lejos de ti, mi corazón se fue endureciendo, cada vez era más difícil quebrarlo, quise rendirme más de una vez, pero no podía, solo al pensarlo surgía la pregunta "¿hay algo mejor?" Aún los días lejos de ti son mejor que los días sin ti.

¿Volver atrás? ¿a lo que un día fui? ¿volver a estar completamente vacía y rota tratando y buscando por todos lados algo con que saciarme?

Me llamaste, me sanaste.

Se y estoy completamente segura que lo único que quiero es tu amor, nada más, no importa lo que cueste, ¿acaso no dijiste que sería difícil? ¿acaso no dijiste que calculáramos el costo antes de seguirte?

Tormentas, desiertos, aún valles de muerte, ¿podrán compararse a la promesa que nos has dado? solo son leves tribulaciones momentáneas que producen una gloria eterna.

No nos dejaste sin esperanza, prometiste estar con nosotros hasta el fin y tu eres fiel a tus promesas.

No es fácil, para nada lo es, pero tu no quisiste que aquellas multitudes te siguieran sino solo aquellos que en verdad estuvieran dispuestos a dejar y entregar todo.

Quiebra esta vasija, una y otra vez, las veces que sean necesarias para dejar en mi un siervo pobre y humilde que solo confía en ti.

Solo tú, nada más.

"Pero en cuanto a mí, el acercarme a Dios es el bien;

He puesto en Jehová el Señor mi esperanza,

Para contar todas tus obras." Salmo 73: 28